Durezas
Esto es un mecanismo de defensa que sufrimos en determinadas áreas superficiales de la piel. Tras sufrir una presión o roce leve pero repetido en el tiempo, la piel tiende a defenderse creando un crecimiento de la misma que da lugar al callo. Puede aparecer a cualquier edad pero las personas mayores son más propensas a ellos por la paulatina desaparición de la grasa plantar que actúa como almohadillado de protección.
Las verrugas deberían ser tratadas cuanto antes para evitar una autoinfección a otras zonas o propagarlas a otras personas
Son infecciones frecuentes que se transmiten por contacto directo con una zona infectada, como pueden ser vestuarios, piscinas o zapatos. Éstas han de ser diagnosticadas por un profesional cualificado ya que podrían pasar desapercibidas al confundirlas con otras patologías.
Su solución va desde los tratamientos tópicos hasta el uso de aparataje como la iontoforesis entre otros
Este es un problema que afecta frecuentemente a personas jóvenes, y que muchas veces se ve agravado por el uso de un calzado oclusivo o deportivo con mala transpiración. Si no se trata puede derivar en otros problemas como la aparición de hongos, dermatitis o eczemas.
Se puede definir como una irritación de la piel de aspecto usualmente rojizo, algo inflamado y que puede picar o causar comezón. No es contagiosa, pero puede hacer sentir a la persona que la padece incómoda o cohibida. Una buena hidratación o la utilización de cremas o champús medicados pueden ayudar a aliviarla.
Para su tratamiento tendremos en cuenta todos estos factores y se aplicaran restituyentes tópicos para restablecer la hidratación cutánea.
Es una sequedad excesiva de la piel generalmente por falta de hidratación. La piel presenta un aspecto áspero, descamado y tirante que puede además ser incómodo para la persona que la padece por los picores de la misma. Su origen puede ser tanto interno (dieta, deshidratación, diversas enfermedades, medicación..) como externo (humedad ambiental, el uso de productos químicos, exposición solar...).
Se trata de una infección producida generalmente por una familia de hongos dermatofitos. El calor, la humedad y un sistema inmunitario debilitado facilitan su infección y, dependiendo del lugar y tiempo de evolución, puede tomar diferentes aspectos por lo que se hace imprescindible la valoración por parte de un profesional cualificado.
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